Realizamos con bien nuestro paseo a parte de la Región Zamora en el estado de Michoacán. Partimos muy temprano hacia el Monasterio de Nuestra Señora del Curutarán en Jacona. Fuimos recibidos por el hermano Platónides quien nos mostró la nueva hospedería, y por el Prior P. Rafael, quien nos expuso cómo es la vida dentro del monasterio, su manera de formación y su espiritualidad "íntegramente contemplativa".
Ahí tuvimos la oportunidad de celebrar la Eucaristía, presidida por el P. Eduardo y predicada por el P. Jesús.
Después nos dirigimos al Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe, en la ciudad de Zamora. Pudimos contemplar la grandiosidad de esta construcción, la luminosidad de sus vitrales y la genial adaptación del antiguo inmueble a la liturgia reformada del posconcilio. Un breve momento para dar la vuelta por la Plaza principal donde había muestras de artesanías y la tradicional danza de los viejitos.
De ahí nos fuimos a Camécuaro, donde pudimos comer, cantar, nadar, y lo mejor de todo, las lanchas con las que hicimos una verdadera batalla naval en el Lago. Pudimos celebrar el cumpleaños de Alfredo.
Regresamos con bien a Guadalajara, y con deseos de repetir la experiencia de un viaje en común.
No hay comentarios:
Publicar un comentario