jueves, 13 de marzo de 2008

Dios nos habla...


Dios nos habla…

Muchos de nosotros hemos estado interesados en el estudio de la Biblia, quisiéramos saber más, quisiéramos comprender lo que leemos de tal manera que podamos interpretarlo, asimilarlo, vivirlo y después comunicarlo. Sin embargo al momento de tomar la Biblia y ponernos a leer nos damos cuenta de que hay muchos elementos, tanto históricos como literarios, que no comprendemos, y al no hacerlo pues nuestra lectura parecería poco fructífera.

Por otro lado, me voy convenciendo que nada ni nadie va a poder suplir nuestro contacto con la Palabra y nuestra actitud de oyentes. Es decir, que nosotros mismos tenemos que estar cada vez más dispuestos a arriesgarnos a tomar nuestra Biblia y leerla, de tal manera que podamos tener un primer contacto que muy bien podemos ir profundizando poco a poco. Es bueno decir que la Sagrada Escritura no son una serie de ideas concretas, sino es la revelación de Dios Trino que ha querido intervenir en nuestra historia y lo ha hecho salvando.

Crezcamos, pues en nuestra actitud de oyentes, a fin de que emprendamos el camino de fe que nos pide el cristianismo: escucha, asimilación, conversión, adhesión y proclamación.

Teniendo como finalidad el que podamos conocer un poco más acerca de la Sagrada Escritura, queremos proponer los siguientes materiales, de tal manera que nos ayuden en nuestro contacto con la Palabra de Dios que nos habla. Reconocemos que la Biblia está llena de diversos contenidos de los cuales podemos tratar, tan solo cabe pensar en los diferentes libros que contiene, es por eso que nuestro primer empeño va a tratar de ofrecer algunos materiales acerca de la realidad profética.

Nosotros esperamos que estos materiales les ayuden a comprender mejor a los diferentes profetas, pero también esperamos que éstos no vayan a suplir el contacto directo con Dios que nos habla a través de su Palabra.

Introducción a la Etapa profética

Los libros proféticos constituyen uno de los bloques más importantes del Antiguo Testamento. Para la Iglesia primitiva fueron de sumo interés. Nada de esto debe extrañarnos, porque los profetas ejercieron un influjo decisivo en la religión israelí. Pero estos libros tan interesantes resultan también de los más difíciles para un lector moderno. Ante todo, porque los profetas se expresan a menudo en lenguaje poético, y todos sabemos que la poesía es más densa que la prosa, menos atractiva para gran número de personas. Por otra parte, el mensaje de los profetas hace referencias continuas a las circunstancias históricas, políticas, económicas, culturales y religiosas de su tiempo. Numerosas alusiones, evidentes para sus contemporáneos, resultan enigmáticas para el hombre actual[1].

La intención es presentar unos pequeños subsidios que nos ayuden a comprender mejor la lectura de los “Profetas”, cabe decir que esto no pretende reducir el contacto personal con los mismo profetas.

Los elementos que aportaremos serán los siguientes:
1. ¿Qué es un profeta?
2. Breve nota sobre la inspiración profética
3. Amós
4. Oseas
6. Ezequiel
7. Daniel
8. Jeremías
9. Isaías

Esperamos que este material les pueda ayudar a profundizar el mensaje revelado de Dios Trino a través de los profetas, a fin de que esto ayude a una atenta escucha, a una adecuada asimilación, a una continua conversión, y por tanto a una proclamación más clara de la Verdad de Dios.

[1] Sicre José L., Los profetas de Israel y su mensaje, Verbo Divino, p. 13

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